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El fenómeno anime en nuestra infancia
Aquellos que crecimos bajo la sombra del pan con chocolate y Vacaciones Santillana vivimos un curioso fenómeno en España: el boom del manga y del anime.
Una vez superados los dramas de Heidi y Marco, abrimos nuestras puertas a los balonazos de Oliver y Benji y a los Kamehameha de Goku y Vegeta. Algunos también sucumbimos a la purpurina de Sailor Moon, mientras los más pequeños alucinaban con el bolsillo mágico de Doraemon.
Era lógico que deseáramos llevar esa maravilla a nuestras consolas, algo que conseguimos solo parcialmente. Teníamos juegos con píxeles enormes que intentaban imitar el estilo japonés, pero eran pocos y no precisamente espectaculares. Así nació el rumor: “lo mejor se quedaba en Japón”.
Scarlet Nexus: Anime en estado puro
Ese rumor infantil resultó ser cierto. Al crecer y explorar aquella internet primigenia, descubrimos ROMs escritas en Kanji que abríamos con toscos emuladores. Vimos a Shin Chan dando saltos y collejas, y comprendimos algo: no pudimos jugarlo todo.
Éramos poco exigentes, satisfechos con ver a nuestros personajes favoritos moviéndose al ritmo de nuestros mandos. Pero cuando desarrollas un sentido crítico, la falta de fidelidad al anime original comienza a pesar.
Sin embargo, los tiempos han cambiado.
Actualmente, cuando la mayoría de videojuegos parecen cortados por el mismo patrón, aparece algo diferente. Scarlet Nexus es uno de esos juegos que destaca claramente.
Scarlet Nexus no solo se inspira en el anime: lo abraza con absoluta convicción. Los personajes tienen un diseño estilizado, peinados imposibles, ojos expresivos y trajes que combinan funcionalidad militar con fantasía visual.
Las secuencias narrativas no recurren a cinemáticas realistas. Se desarrollan como viñetas dinámicas, con paneles simultáneos, primeros planos llenos de emoción y una estructura que recuerda claramente al manga. Todo ello dentro de una historia adulta, compleja, un auténtico shōnen.
Personajes únicos y memorables
Los protagonistas, Yuito y Kasane, representan arquetipos conocidos: él, un héroe idealista armado con espada; ella, una chica fría y calculadora con poderes telequinéticos.
Pero más allá de los clichés, Scarlet Nexus profundiza en sus relaciones, conflictos internos y evolución personal con el ritmo y la sensibilidad propias del anime.
Combate espectacular estilo shōnen
La jugabilidad está plenamente al servicio de la narrativa anime. El combate es rápido y espectacular, destacando siempre por su puesta en escena:
- Golpes especiales presentados con pausas dramáticas.
- Zooms cinematográficos y efectos visuales impactantes.
- Poses heroicas dignas de cualquier portada de manga.
Cada enfrentamiento parece coreografiado para transmitir emoción, estilo y poder. El sistema es complejo pero intuitivo, con movimientos variados que te invitan a dominar todas las posibilidades.
Una historia, dos perspectivas
Scarlet Nexus es, además, un juego generoso en contenido. Puedes jugar desde la perspectiva de Yuito y encontrarte con Kasane, o elegir controlar a Kasane y cruzarte con Yuito.
Argumentalmente y en términos de jugabilidad, ambos personajes ofrecen experiencias muy distintas. Es un juego largo, pero siempre intenso.
Scarlet Nexus: Mucho más que una adaptación
Scarlet Nexus no es una simple adaptación de anime: es un anime jugable en sí mismo. Su esencia se reflejó tan fielmente que terminó teniendo su propia adaptación a serie animada.
Scarlet Nexus respeta la estética anime porque no la utiliza como mero envoltorio, sino como lenguaje propio. Esto lo convierte en una experiencia única para quienes buscan algo más que una "skin" japonesa sobre una fórmula convencional.
Aquí hay identidad. Aquí hay estilo. Aquí hay auténtico anime.
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