Sayuri celebra la verbena de San Juan en la costa mediterranea

Sayuri celebra la verbena de San Juan en Cataluña

Sayuri celebra la verbena de San Juan en la costa mediterranea

Hola, soy Sayuri y hoy quiero hablarte de una noche que me ha fascinado desde que la viví por primera vez: la verbena de San Juan en Cataluña.

Vengo de Akihabara, donde las luces de neón lo iluminan todo y las calles siempre están llenas de vida. Pero esta noche, aquí en la costa mediterránea, ocurre algo diferente. Algo que no tiene nada que ver con tiendas de figuras ni trenes que pasan cada dos minutos. Es una noche que se siente mágica, como si el verano viniera a saludarte en persona.


El aire huele a pólvora y mar, y la gente se reúne alrededor del fuego como si compartieran un secreto antiguo. Hay risas, música, y un brillo en los ojos que no se ve todos los días. Todo parece detenerse un instante, justo antes de que empiece el verano de verdad.

Fuego, mar y nuevos comienzos

La verbena de San Juan se celebra cada 23 de junio, justo antes de que empiece el verano. En Cataluña, la gente se reúne en la playa, en los barrios, en las plazas. Encienden hogueras, lanzan petardos y brindan por lo que está por venir.

Me impresionó ver a tantas personas alrededor del fuego. Algunos escribían deseos en papel y los lanzaban a las llamas. Otros simplemente miraban en silencio, como si dejaran atrás algo que ya no necesitaban. Yo hice lo mismo. Escribí algo muy personal, lo doblé con cuidado y lo lancé al fuego mientras cerraba los ojos. No diré qué puse, pero fue sincero.

El primer baño del verano en la verbena de San Juan en Cataluña

Dicen que si tocas el mar justo a medianoche, todo irá bien. Que es una forma de purificarse, de empezar de cero. Así que lo hice. Caminé hasta la orilla y dejé que el agua me rozara los pies. Estaba fría, pero sentí una calma muy difícil de explicar. El cielo estaba lleno de fuegos artificiales y, por un momento, todo el mundo parecía estar en paz.

¿Y si lo celebráramos también en Japón?

En Japón tenemos festivales increíbles, claro. Pero la verbena de San Juan tiene algo especial. Tiene esa mezcla de tradición, comunidad y simbolismo que me hizo pensar en cómo lo vivirían en Akihabara. Quizá algún día llevemos esta tradición hasta allí, con farolillos en la playa, yukatas blancos y canciones de anime bajo las estrellas.

Esta noche no es solo una fiesta. Es una forma de soltar, de agradecer, de mirar hacia adelante.
Y si tú también has celebrado esta verbena, me encantará que me lo cuentes. ¿Pediste algún deseo? ¿Saltaste alguna hoguera? ¿Te mojaste los pies en el mar?

Gracias por acompañarme.
Nos vemos pronto en la siguiente historia.

Sayuri

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